[ad_1]
01. Cero absoluto
02. En el Purgatorio
03. El desierto interior
04. Olvido
05. Yo soy el vacío
06. Día más oscuro
07. Claridad en las olas
08. El sol poniente
09. El tiempo nos llevará a todos
Afortunadamente, «El tiempo nos llevará a todos» nunca suena como un proyecto individual. CangrejoLa voz de es temible y feroz en todas partes, CerveceroLas líneas de bajo fluidas y ondulantes son tan suaves y satisfactorias como sus admiradores esperarían, y la sincronía obvia entre los riffs y la batería es, a veces, casi abrumadora en su objetivo final. A pesar de toda su complejidad y agresividad, la tercera ENTEOS álbum realmente genial.
«Cero absoluto» es un abridor curioso. Complejo y densamente estratificado, fija CangrejoLos gritos exasperados de contra un collage de riffs mutados y hirvientes, con cada giro apuntando a otra inmersión más profunda en la madriguera del conejo de la muerte tecnológica. «Purgatorio» es igualmente impenetrable en la primera escucha, con sus cambios de tempo salvajes, blastbeats implacables y tumultuosas rupturas de deathcore que se vuelven locas. En cambio, «El desierto interior» es una clase magistral en dinámica y espacio sónico, ya que su pulso central inquieto se desvía por ondas de serenidad brumosa y estallidos de locura de death metal. «Vigilancia» va más allá: una antibalada grotesca, evoluciona de la contención nauseabunda al barro supurante, con CangrejoLa voz de desintegrarse en polvo espectral en el amargo final.
Curiosamente, la segunda mitad del disco es mucho más accesible que la primera. «Yo soy el vacío» tiene un toque de JINJERel enfoque tenso y distendido de éste, acercándose a un ambiente de himno. «Día más oscuro» mete una cantidad absurda de ideas contrastantes y riffs en sus dos minutos y medio; «Claridad en las olas» es un ejercicio de pura hostilidad, con Cangrejo se vuelve completamente demoníaco. Gran final «Atardecer» toma el enfoque opuesto: un surtido de siete minutos de violencia virtuosa, oscila entre la explosión asesina y el desvío angular y sincopado del jazz-metal, todo con la máxima precisión y elegancia, antes de derivar hacia la suave puesta de sol de la canción principal, con guitarras acústicas puestas momentáneamente para calmar. Un crescendo final de acumulación y destrucción ósea más tarde, y ENTEOS se fueron.
Sutilmente original y audazmente enrevesado, «El tiempo nos llevará a todos» ofrece una atractiva alternativa a la pesadez genérica. Cangrejo sigue siendo un rudo, y en cuanto a Koperweis – Bueno, eso no es justo, ¿verdad?
[ad_2]